VOLUMEN: XII  NÚMERO: 32-33

 

INTERVENCION EN SITUACIONES DE VIOLENCIA

Gema Peiró Ballesteín

 

El susto nunca daña a nadie. Lo que daña el

espíritu es tener siempre encima alguien que te

pegue y te diga qué hacer y qué no hacer.

 

Introducción

“La violencia contra las mujeres es una de las mas degradantes violaciones de los derechos humanos y un verdadero flagelo para todala humanidad” (Secretario General de Naciones Unidas, 25-11-2000).

La legitimación de la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres es muy reciente en nuestra historia. De hecho el Plan de Igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, se establece por primera vez en 1997, en el III Plan aprobado por el Gobierno español.

La primera vez que se conmemora el Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres es el 25 de noviembre de 2000. Casi dos años antes se había aprobado en España el I Plan de acción contra la violencia doméstica, 30/4/1998, con seis áreas de actuación.

Entre estas áreas de actuación destacan la Educación y la Formación, para trabajar comportamientos que potencien los derechos humanos, sobre todo respeto, tolerancia e igualdad.

Este primer Plan de acción contra la violencia doméstica que abarcó un período de dos años puso en marcha multitud de actividades formativas, con los consiguientes profesionales interviniendo en el campo de la atención y la prevención; también programas destinados a mujeres víctimas de violencia y a sus hijos e hijas. Dentro de los Cuerpos de la Policía y la Guardia Civil se crearon servicios de atención especializada. Se habilitaron centros de acogida y centros de información u Oficinas de asistencia a las víctimas en Juzgados y Fiscalías.

Otra aplicación de este I Plan fue una macroencuesta sobre violencia, donde se confirmaba que los malos tratos no son esporádicos. Destacan entre los resultados que más del 70% de las mujeres que sufren violencia doméstica lo hacen durante más de 5 años.

Tras este despliegue de actividades, y tras un análisis de los datos obtenidos se aprobó en el año 2000 el II Plan de acción contra la violencia doméstica. Este nuevo plan establecía como áreas de actuación: medidas preventivas y de sensibilización; medidas legislativas y procedimentales; medidas asistenciales y de intervención social; y, de Investigación. Además de incluirse por primera vez una memoria económica de mas de 2000 millones de euros para llevar a cabo el II Plan.

Si miramos con más detalle estas áreas de actuación, podemos observar un enfoque global:

1.- Medidas preventivas que incluyen medidas tendentes a la sensibilización de la población y de los profesionales de la comunicación. Y medidas tendentes a la formación enfocadas hacia los centros educativos (profesorado y alumnado) y a profesionales de las fuerzas y cuerpos de

seguridad, de los órganos judiciales, de la sanidad, etc.

2.- Medidas legislativas y procedimentales. Desde esta área se introducen medidas para la creación de un cuerpo legal que dé cobertura a toda la problemática específica del tema de la violencia doméstica, junto con estas otras medidas preventivas para proteger a las posibles víctimas,

medidas sancionadoras contra las personas agresoras. Y medidas procedimentales, con el fin de agilizar los procesos judiciales, fundamentalmente, y medidas destinadas a paliar los efectos de la violencia en las víctimas

3.- Medidas asistenciales y de intervención social. Son medidas que están destinadas a la creación de recursos para dar respuesta a las necesidades de las víctimas:

• Facilitar la vía o procedimiento de denuncia.

• Proporcionar asistencia de tipo sanitario, económico, laboral y psicológico.

• Novedad respecto del I Plan, alguna medida dirigida a la rehabilitación de los agresores.

4.- La investigación. Medidas encaminadas a la obtención de datos fiables y completos sobre violencia doméstica, y, promover la investigación sobre un fenómeno tan complejo como el de la violencia, en el que los factores desencadenantes son múltiples y de diversa naturaleza (sociales, familiares y personales).

Gracias a los Planes aprobados desde 1998, la sociedad ha pasado de considerar la violencia contra las mujeres como un problema del ámbito privado, a considerarlo como un tema social, en el que de algún modo toda la sociedad tiene que asumir responsabilidades.

España fue el primer Estado de la Unión Europea en asumir el problema y aprobar un Plan de Acción para erradicarlo. El trabajo a realizar es largo puesto que no solo se trata de aplicar planes de acción de dos años de duración. El trabajo de educar y formar a una sociedad tardará años en dar frutos. Tan solo hace unos pocos años que esta realidad, que existía pero no se nombraba, que estaba oculta, comienza a conocerse con mucha mas exactitud. La violencia contra las mujeres no es un problema exclusivo del territorio español, sino de todas las sociedades modernas.

Hoy en día, la erradicación de la violencia contra las mujeres, pasa por revisar la historia del mundo.

Mientras que haya que hablar de la mujer como problema la situación de la mujer no será de igualdad ni estará normalizada. El feminismo tiene que pasar a la historia como pasó a la historia la esclavitud, solo cuando sea un tema muerto la igualdad será real (Victoria Camps, 2001).

Violencia y agresión (Archer and Browne, 1989)

Violencia es la actitud o comportamiento dirigido a eliminar algo que le es esencial al sujeto como persona, como son los derechos, las libertades, la dignidad y la integridad física, psíquica o moral.

 “Los pequeños actos violentos son tan cotidianos que parecen normales. Empiezan por una sencilla falta de respeto, con una mentira o con manipulación. Pero solo los encontramos insoportables, si nos afectan directamente. Luego, si el grupo social en el que aparecen no reacciona,estos actos se transforman progresivamente en verdaderas conductas perversas que tienen graves consecuencias para la salud psicológica delas victimas. Al no tener la seguridad de que serán comprendidas, las víctimas callan y sufren en silencio...” Así comienza el primer capítulo deMarie-France Irigoyen: ‘El acoso moral’.

 

La violencia está generalmente considerada como una agresión física. Pero esta no es la única forma de violencia, es solo una forma de violencia. También se puede hablar de violencia psicológica, de violencia sexual, de violencia económica o de violencia espiritual.

Hay muchas clases de conducta agresiva. Una conducta es agresiva cuando incluye ideas, sentimientos y tendencias del comportamiento. Así podemos diferenciar entre una conducta violenta o agresiva y una agresión.

La conducta violenta o agresiva, en principio no tiene intención de causar daño, pero lo ocasiona. El objetivo que presenta es someter al otro mediante el uso de la fuerza. El agresor es consciente de que ejercer amenaza o daño posible de producirlo es suficiente. Ejercen una violencia fría.

Por el contrario, una agresión tiene la intención de causar daño. El agresor pretende ejercer daño real. Existencia de una alteración del estado emocional –colérico-.

 

Definición de maltrato

 

Maltrato es toda aquella conducta o conjunto de conductas que ocasiona, causa o provoca en una o más personas un perjuicio, daño, sufrimiento, malestar y/o perturbación.

Existen dos tipos fundamentales de Maltrato, los cuales siempre deben considerarse íntimamente relacionados: Maltrato Físico y Maltrato Psíquico.

El Maltrato Psíquico es reconocido en las sociedades en general por medio de diversos nombres que lo describen en mayor o menor medida según diferentes contextos y criterios, nombres que recién en los últimos tiempos comienzan a resultar popularmente familiares, siendo, incluso, novedosos.

 

Denominación del maltrato psíquico y físico

 

Cuando queremos definir una situación nos encontramos, de entrada, con el problema de cómo llamarlo. Son muchos los términos utilizados indistintamente, sin embargo, algunos son más precisos que otros.

 

-          Violencia doméstica

-          Violencia familiar

-          Violencia intrafamiliar

-          Violencia contra las mujeres

-          Violencia de pareja

-          Discriminación por razón de sexo (novio o compañero sentimental)

-          Violencia psicológica

-          Violencia sexual

-          Mobbing, Acoso Laboral, Psicoterrorismo laboral Bullying; Maltrato; Acoso escolar

-          Chantaje emocional

-          Inducción a la depresión; al suicidio; Maltrato infantil…

-          Maltrato Psicológico

-          Malos tratos Psíquicos o Psicológicos

-          Maltrato Emocional

-          Maltrato Mental

-          Abuso Emocional

-          Mobbing Inmobiliario

-          Violencia Verbal

-          Violencia Psíquica

-          Acoso Moral

-          Daño Moral o Daños Morales, Daños y Perjuicios, Amenazas,etc.

-          Acoso Sexual.

-          Chantaje Emocional

-          Violación Psicológica

-          Inducción a la Depresión

-          Inducción al suicidio

-          Discriminación

-          Violencia Perversa

 

El término violencia doméstica es la expresión más utilizada, pero no todos la aceptan, porque en sentido estricto, se refiere solo a la violencia ejercida entre familiares de un hogar o entre personas que, sin ser familiares, viven bajo el mismo techo pero no indica los casos de violencia ejercida

contra la mujer por parte del novio o compañero sentimental con el que no conviva. Parece que lo mas acertado es hablar de violencia doméstica o por razón de sexo.

 

¿Por qué se produce la violencia?

 

Desde el mundo antiguo y la Edad Media el varón era considerado el superior natural de la familia que actuaba como un déspota en casa, con poder absoluto sobre su mujer, sus hijos, sus esclavos y sus animales y a nadie le importaba lo que hiciese con ellos. Esa subordinación de la mujer hacia el hombre se ha aceptado y mantenido durante mucho tiempo.

Reconocer como problema social y de salud pública que existe esta violencia en todos sus ámbitos ha sido el primer paso para poder pensar después en qué hacer. Una vez reconocido el problema, lo siguiente es aceptar la evidencia de que existe desigualdades entre hombres y mujeres en la sociedad actual. Hasta hace poco se pensaba que las amenazas y coerciones a las mujeres eran algo ocasional, aislado.

Un dato revelador es que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es de 1948. Esta declaración que sentó las bases para la creación de convenciones internacionales de derechos humanos, no contemplaba la violencia física, sexual y psicológica del hombre hacia la mujer en la

familia, en el trabajo, en las instituciones educativas y en la sociedad en general. Es en diciembre de 1993 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se aprueba la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.

La violencia es el medio de poder más primitivo que existe y todos estamos expuestos a ella, pero afecta siempre al elemento más débil de la pareja. Así, los agresores creen en la supremacía del hombre y en la inferioridad de la mujer. Usan para ello la violencia física, la agresión sexual o el acoso moral. La violencia de género repite el esquema histórico amo/esclavo = dominio/sumisión. Los agresores creen en la inferioridad de la mujer como “algo” que hay que dominar y someter, porque están cargados de prejuicios y actitudes sexistas hacia la mujer.

Se produce el sexismo contra las mujeres, que es una manera de sentir, pensar y actuar en contra o rechazando a las mujeres (misoginia). Este sexismo afecta a la liberta, la dignidad, al derecho a la vida y es una violación de los Derechos Humanos.

Cada vez más se habla de sexismo moderno frente al sexismo tradicional. El sexismo tradicional o sexismo hostil sostiene un paternalismo dominador. Cree que la mujer es inferior y más débil y por eso recalca la figura dominante masculina. La mujer no tiene características

necesarias para desarrollarse en el ámbito público. Desde este punto de vista, las mujeres solo sirven para limpiar y cocinar.

El sexismo moderno es aparentemente benévolo para la mujer. Se basa en un paternalismo protector. El hombre debe cuidar y proteger a la mujer como un padre. Las diferencias que las mujeres tienen por naturaleza cree que son positivas porque complementan las características de los hombres. El lugar de la mujer es la familia, e invierte papeles de dominación (son los hombre los que dependen de las mujeres para criar a los hijos y satisfacer sus necesidades sexuales).

En ambos sexismos el hombre actúa con la autoridad de un padre.

Es un paternalismo perverso. Este paternalismo perverso es un pretexto para tiranizar y dominar, para controlar el poder dentro de la relación. Éste exige de las mujeres una obediencia incondicional. Presenta toda la violencia que se ejerce sobre ellas (golpearlas, ridiculizarlas o limitarles la libertad) para procurar su bienestar futuro. Es la subordinación y dependencia perpetua.

 

¿Porqué ejercen la violencia?

 

Los agresores temen perder el poder y se crecen empujados por la furia y la violencia para defender su propia superioridad. Todos los seres humanos tenemos limitaciones y sabemos de nuestras incapacidades. Ese sentimiento de insuficiencia o complejo de inferioridad aparece en la

infancia cuando se toma conciencia de la debilidad natural. El niño, cuando le obligan a hacer lo que no quiere o le impiden hacer lo que quiere, percibe que se encuentra en una situación de inferioridad con respecto al adulto.Así todos pasamos por ahí y teniendo confianza en nosotros mismos, normalmente, logramos afrontar y superar esta dificultad.

En algunas ocasiones se produce lo que se llama la Sustitución por supercompensación. Este es un mecanismo de defensa psíquico, que consiste en superar la deficiencia que se padece hasta eliminarla o incluso llegar a destacar en aquello que uno era inferior. Sin llegar a esos límites, la mayoría de nosotros superamos esa inseguridad e incluso ese sentimiento de inferioridad de la infancia. Pero algunas personas aprenden a combatirlo pensando que los demás son inferiores, y por tanto ellos son superiores. De ahí surge la agresividad desmedida, y la violencia hacia el otro.

Por otro lado, en muchos casos el maltratador aprendió en su familia a ser violento, adoptando la violencia como una forma típica de relacionarse y de conseguir aquello que se desea. A menudo, porque en su familia de origen fue víctima o testigo de malos tratos.

 

El hombre maltratador

 

El hombre maltratador no está loco, no está enfermo (salvo excepciones), es una persona con ciertas características que determinan o relacionan a este colectivo de “hombres violentos”. Entre las características descriptivas de un hombre maltratador destacamos:

-          Son perfectos manipuladores emocionales - . Intentarán convencer a la víctima de que son dignos de confianza y que les necesitan imperiosamente; generarán un sentimiento positivo (confianza, amor, etc.) que anule cualquier pensamiento o acción racional contraria; y, generarán un sentimiento negativo (miedo y sentimiento de culpa) también en la posible víctima que anule cualquier pensamiento o acción racional contrario a sus propósitos. Así, intentará manipular la razón y el corazón de la Víctima. Nunca reconocen sus errores.

-          Seductores pero mas allá de un sentido meramente sexual - . Es una seducción en el sentido de persuasión, convencimiento, manipulación, etc., para lograr cualquier tipo de fin u objetivo. La seducción del maltratador es una seducción enferma o patológica, ya que el fin u objetivo final incluye el tomar el control de la voluntad de su víctima (tomar el poder) y hacerle daño.

-          No suele tener cara de ‘malo’, ni de ‘psicopata’, sino más bien - todo lo contrario. No se ve como un ‘ogro’. No se muestra como es. Todo maltratador es capaz de mantener una fachada completamente inocente e inofensiva. Dejará entrever que no es perfecto, sólo para que la víctima no sospeche, para no parecer ‘demasiado bueno para ser real’.

-          Necesitan afirmarse y no toleran perder - . Estas características se reconocen mejor cuando se conoce mejor al maltratador.

-          Tienen déficit de capacidad empática (ponerse en el lugar - de la otra), con ignorancia del sufrimiento de la víctima e ignorancia del efecto que producen.

-          Obsesivos, necesitan saber que tiene el control y no toleran las - negativas de la mujer.

-          Tienen una actitud de víctima con enorme responsabilización -hacia la mujer.

-          Tienen rigidez de pensamiento sobre lo que es una mujer y - cuál es su papel. Quieren ejercer su autoridad y creen que la razón está de su parte.

-          Dependencia funcional de la mujer, - no emocional. Ve a la mujer como objeto de deseo y servicio, en tanto que no se enteran de lo que sienten, la mujer es la traductora de sus sentimientos.

Cuando esta desaparece, aparece el temor.

-          Se aíslan emocionalmente. Y - no expresan más emociones que la cólera.

-          Aparentemente tienen una autoestima muy elevada - , pero no es real porque en su vida cotidiana necesitan y dependen de sentirse superiores. Para conseguir esto, lo que les rodea debe ser inferior o creerlo así. Es una autoestima débil y una imagen negativa de sí mismos. Se siente miserable y fracasado como persona.

-          Son hombres hipercontroladores - , ejercen violencia sobre la mujer cuando pierden el control.

-          Emocionalmente inestables.

-          Sufren celos desmedidos e injustificados, patológicos. - Pero a pesar de esto, sí son “normales”.

-          La violencia es una forma de afirmarse y no perder el control - sobre su entorno, o de compensar un poder del que carece fuera del hogar.

-          Si bien la situación en el seno familiar es insostenible - , las relaciones interpersonales fuera del núcleo familiar son excelentes y suele ser una persona reconocida públicamente como buena.

-          Aislamiento emocional. - Nunca habla de sus sentimientos y es reservado.

-          Fue maltratado o presenció comportamientos violentos en la -niñez.

-          A veces - presenta una doble personalidad: amabilidad y violencia alternativas.

-          Etc. -

 

Estudios realizados en la Unión Europea y en Estados Unidos indican que la causa de los malos tratos está en la personalidad del agresor y no en el carácter o comportamiento de la mujer. “Casi el 100% de los agresores repite su conducta con todas las parejas que tiene. Puede fingir una recuperación, pero siempre vuelve a maltratar. Puede que el abuso no sea físico, pero sí psicológico”, explica Favieres.

 

Verbalizaciones típicas del maltratador

 

La persona maltratada

 

Aunque no en todas las ocasiones se puede identificar al maltratador con un hombre, y a la maltratada con una mujer, pero las cifras se inclinan a estas consideraciones. A pesar de ello, las características que en adelante se van a citar de mujeres maltratadas son aplicables en el caso de los

hombres.

No existe un perfil de mujer maltratada pero si comparten ciertas características:

- Fue maltratada por sus padres, bien en forma de abusos físicos, - psicológicos o sexuales, o fue testigo de ellos.

- Aprendió a someterse a la voluntad del hombre, representado por - la figura paterna autoritaria y punitiva; por ello adoptan un rol pasivo, de sumisión y sometimiento en sus relaciones.

- Está acostumbrada a conductas violentas pues éstas han sido su medio de vida y las ve como normales.

- No se valora como persona a causa de esa infancia traumática, e intenta adaptarse a una vida perpetua de malos tratos.

- Tiene baja autoestima y la desvalorización como persona, le conducen a una vida de sumisión y obediencia.

- Tiene un concepto del amor que la lleva al sacrificio y a la dependencia absoluta de su pareja; en las relaciones de pareja la víctima lo da todo por el otro miembro, es altruista y está dispuesta a sacrificarlo todo por el otro, comportamientos que conducen a la dependencia exclusiva de su pareja.

- Necesita la aprobación de su pareja, no tiene autonomía, viven para hacer felices al otro miembro del par.

- No tolera la idea de fracaso debido a su desvalorización y baja autoestima, que hace que tenga una visión irrealista de su situación y no perciba, como tal, la humillación a la que está siendo

sometida; así mismo, percibe el sufrimiento como desafío e intenta, engañándose a sí misma, convertir a su pareja en la ideal a pesar de que esto suponga culpabilizarse ella de todos los problemas....

- Como mujer, se siente inferior, física y psicológicamente, al hombre.

- Permanece silenciosa si la pareja está presente, se presenta como “anulada”, dice que es incapaz, incompetente, ...

- Confronta continuamente sentimientos ambivalentes de odio y amor respecto a su pareja.

- Sobre valora el rol masculino y su importancia para la familia.

- Presenta problemas de salud recurrentes: somatizaciones, dolores de cabeza, problemas de sueño, agotamiento, etc.

 

Consecuencias para la victima

 

En la fase de DOMINIO:

* Renuncia.  Los dos protagonistas adoptan una actitud de renuncia para evitar el conflicto. El agresor ataca con pequeños toques indirectos que desestabilizan al agredido sin provocar conflicto abierto. La víctima renuncia y se somete pues teme un conflicto que pueda provocar una ruptura. No hay negociación. Las víctimas de los perversos se resignan a someterse a sus abusos. Por un lado, se quejan de las actitudes negativas de su agresor, pero por otro siguen idealizando sus aspectos positivos (es muy inteligente, un buen padre...). La víctima está cada vez más apagada y

deprimida y el agresor cada vez más dominante y seguro de su poder.

 * Confusión.  Al establecerse el dominio, la víctima no se atreve a quejarse o no sabe. Está confusa, anestesiada. Se le produce una anulación parcial de sus facultades y una amputación de su vitalidad y espontaneidad lo que genera estrés y tensión. Darse cuenta de cómo se produce el fenómeno del dominio es difícil porque sutilmente se atenúan los límites interiores entre los dos protagonistas, y luego un estallido de esos límites; por último, no resulta fácil de identificar el momento en que se produce el paso a la violencia. El desgaste de la víctima le lleva a una renuncia de su propia identidad.

* Duda. La violencia antes ocultada bajo el dominio aparece abiertamente. La víctima no puede comprender, se queda anonadada y niega la realidad de algo que es incapaz de ver. Acaban perdiendo su seguridad en sí mismas y se vuelven permanentemente irritables o agresivas y se preguntan: “¿Qué he hecho para que me traten de esta manera?”Aunque intenten comunicarse con su agresor para mejorar las cosas, este las condena a la impotencia, pues nunca aclara nada. Las víctimas cargan con toda la culpa, los agresores se libran de ella, los perversos.

* Estrés. Se produce tensión interior al aceptar la sumisión. El organismo reacciona adoptando un estado de alerta lo que conlleva una depresión del sistema inmunitario y una modificación de los neurotransmisores cerebrales. Cuando el estrés es puntual, el individuo recupera rápidamente la normalidad. Pero cuando el estrés es constante, mantenido y se prolonga, la capacidad de adaptación del sujeto se resiente pudiendo aparecer trastornos incluso de modo crónico. Signos del estrés son: palpitaciones, sensaciones de opresión, de ahogo y de fatiga, trastornos del sueño, nerviosismo, irritabilidad, dolores de cabeza, trastornos digestivos, dolores abdominales, ansiedad. Tras varios fracasos, las víctimas se desmoralizan y anticipan nuevos fracasos.

* Miedo.  Los perversos narcisistas provocan en sus víctimas una parte de violencia que preferirían ignorar. Todas las víctimas, llegado a este punto, reconocen tener miedo. Temen una mirada glaciar, un gesto tirante, una reacción tensa cuando no se ciñen a lo que espera. La víctima por eludir la violencia se mostrará cada vez más amable y conciliadora. Pero tanta generosidad ofrece al perverso mas capacidad de desestabilizar, pues reactiva su violencia.

* Aislamiento.  Las víctimas se sienten solas. La violencia solo se vierte sobre la víctima elegida. Sus amistades no se pueden imaginar lo que ocurre, y en muchos casos prefieren mantenerse al margen. Las víctimas dudan de sus propias percepciones y llegan a sospechar que están exagerando. Si hay testigos, protegen al agresor, al defender a quien les agrede.

 

Consecuencias a largo plazo

 

La víctima puede llegar a padecer trastornos psicosomáticos debido a que es incapaz de reaccionar. El trauma llega a producir una disociación, esto es, una fragmentación de la personalidad. Esta sirve para separar lo soportable de lo insoportable, condenando a lo segundo a la amnesia y así proporcionar un alivio.

En el caso de víctimas de acoso en la empresa, se observa que tras una larga baja y una mejoría ‘palpable’ cuando piensan en volver al trabajo, o de hecho muchos vuelven, reaparecen los síntomas de crisis de angustia, insomnio.... Y esto le conduce al desempleo en muchos casos: recaída, una nueva baja,....

Puede ocurrir que la víctima se quede bloqueada por el trauma. De manera que su vitalidad se embota, desaparece su alegría, se muestran susceptibles, irritables.... Los familiares acaban cansándose de que repitan una y otra vez en forma de rumiación la situación.

 

Verbalizaciones típicas de la victima:

 

Ámbito empresarial, escolar, familiar

 

Aunque nos hemos centrado en la mujer como víctima de la violencia, el maltratador y/o acosador ejerce la violencia en otras situaciones igualmente, ya sea ámbito laboral, escolar o familiar.

La violencia y el acoso nacen del encuentro entre el ansia de poder y la perversidad. Así se producen dos fenómenos: abuso de poder y manipulación perversa. La victima es acorralada, humillada, descalificada.

Se produce un fenómeno circular. Hay un momento que se olvida quien origina el conflicto. Pero aparece ansiedad en la victima por su continua actitud defensiva. Esto en sí genera nuevas agresiones. Cuando se produce de una manera constante a la larga, producirá conducta patológica

en la victima, lo que a su vez producirá mas agresiones.

 

Defenderse del maltrato

 

Una defensa será verdaderamente eficaz cuando logre, o bien una disminución, o bien la eliminación total de la situación de maltrato.

Es importante no olvidar que siempre cada persona, cada situación requieren un abordaje terapéutico diferente. Porque lo que es adecuado para una situación, no lo es para otra. Siempre habrá que estudiar cada problemática de forma individual y buscar cuáles serán las mejores soluciones. Ninguno puede considerarse mejor ni mas apropiado que otro, ya que su eficacia dependerá de cada caso en particular y de si resulta o no conveniente o adecuada su aplicación.

Dicho esto, sirvan como pautas generales las siguientes:

 

 

Consejos prácticos

 

Para pareja, familia y laboral. Nunca se vence a un perverso. No es recomendable utilizar las mismas armas que ellos, porque si la víctima esta en esta posición , es porque es la menor perversa de los dos. El único recurso en realidad es la ley. Pero algunas cuestiones para empezar serían:

* Identificar el proceso perverso. Analizar el problema “fríamente”. Abandonar el sentimiento de culpabilidad. Se recomienda que las madres reconozcan cualquier persona perniciosa para sus hijos,

sea un amigo, o un familiar. Dejar de justificarse. A menudo es mejor callar.

 

Las diferencias entre ámbito domestico, escolar y laboral son pequeñas a la hora de buscar soluciones para protegerse.

 

Pautas de defensa que no suelen funcionar

 

Existen una serie de pautas de defensa para defenderse del maltratador, aunque insisto en que es recomendable realizar un análisis individual de cada situación para llevar a cabo la mejor solución en cada caso.

 

De Respuesta Pasiva:

 

De Respuesta Activa:

 

* Respuesta Reparadora (Intentar Cambiar al Maltratador). Intentar cambiar al maltratador a través de frases, regalos, afecto, comprensión, apoyo, inclusión de terceros (un nuevo hijo, un/

una amante, etc,).

 

Pautas de auto-defensa que sí suelen funcionar

 

 

 

 

Superar un maltrato

 

Superar un maltrato significa entre otras cosas:

* Que sus consecuencias negativas dejen de afectar a la victima.

* Que la victima sea capaz de recuperar el control sobre sí misma y la confianza en sí misma. Iniciar una nueva vida.

* Superar no es olvida.

* Reorganización mental (emocional e intelectual) donde la víctima recuerda y olvida alternativamente.

* Comprender y digerir lo vivido, evitando forzar el olvido y estancarse y torturar con el recuerdo.

* Es necesario reconstruir junto a la mujer su red vital acompañarla en el proceso de normalización de su vida cotidiana de manera diferente y positiva.

* El proceso de vuelta a la cotidianidad de la mujer exige superación del daño psicológico padecido.

 

Pautas que ayudaran a la víctima:

 

Cuando no se supera el maltrato

 

* Muchas victimas jamás lo superan, ni en el transcurso de lo años arrastrando sus consecuencias innecesariamente el resto de sus vidas.

* A veces, tal fracaso se produce porque la víctima no sabe como hacerlo. Mientras no encuentre la forma efectiva de superarlo con o sin ayuda de un profesional, las influencias negativas provenientes del maltrato se quedarán impregnadas en la vida de esa persona.

* A veces no se supera por falta de referentes positivos, esto es, experiencias ligadas a la Vida, al Amor, la Felicidad, la Amistad, la Confianza, etc.

* A veces, la víctima recurre a falsas alternativas que a corto plazo parece que si funcionan pero a la larga tienen grandes desventajas.

* Algunas víctimas recurren al uso de substancias (alcohol, pastillas,…), ingesta enfermiza de alimentos, juego patológico, etc… es un MORIR EN VIDA (depresión crónica)…. A Maltratar…al Suicidio.

“Qué he hecho yo para merecer semejante castigo?”

 

 

 

 

 

 


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