Recensión de:
"Guía para la elección de tratamientos psicológicos
efectivos"
F.J. Labrador, E. Echeburúa y E. Becoña: Dykinson, 2000.
Por:
Fernando L. Vázquez Gonzalez
Universidad de Santiago de Compostela (Spain)
Como es bien conocido, en la actualidad el psicólogo dispone de un arsenal amplio y eficaz de estrategias psicológicas para afrontar muchos de los problemas que pueden atenazar al ser humano. Aunque en algunos casos este tipo de tratamientos se tienen que complementar con intervenciones farmacológicas o éstas son más eficaces, en otros muchos, el abordaje de elección es el psicológico. Revisiones rigurosas realizadas en los últimos años por la American Psychological Association así lo demuestran. Ahora bien, no todos los tratamientos psicológicos o "psicoterapias" parecen mostrar una eficacia similar ante un mismo problema o que el uso de cualquier terapia esté recomendado para cualquier problema. Cada problema parece tener un tratamiento específico o al menos más eficaz que otros.
La demostración experimental de la eficacia de los procedimientos terapéuticos se ha convertido actualmente en un objetivo prioritario. En España no teníamos ningún libro que abordara con tanta profundidad este tema. La obra "Guía para la elección de tratamientos psicológicos efectivos. Hacia una nueva psicología clínica" escrita por los profesores Labrador, Echeburúa y Becoña trata el tema de una forma diferente. Es evidente que el tema del libro es la elección de tratamientos psicológicos en base a su eficacia, pero también es evidente que tras su lectura es un libro que desarrolla la temática desde una perspectiva diferente. El enfoque del libro es novedoso. El objetivo de los autores es analizar minuciosamente y con rigor la realidad de los tratamientos psicológicos, especialmente desde la perspectiva de su eficacia terapéutica. El punto de referencia son las guías clínicas elaboradas por la APA, que han sido diseñadas para orientar la labor de los psicólogos clínicos, partiendo de la base de qué terapia es eficaz en cada tipo de problema específico.
Sin lugar a dudas, los autores han desarrollado una obra que constituye un importante referente dentro del campo de la Psicología. El libro se compone de 8 capítulos. En el primer capítulo se hace una exposición detallaba y profunda de la situación actual de la importancia del estudio de la eficacia de los tratamientos , lo qué debe evaluarse y la justificación de por qué se le da ese enfoque al libro. En el segundo capítulo se analizan las posibilidades de convergencia e integración entre las psicoterapias, si tiene sentido o utilidad la convergencia o integración de los distintos acercamientos psicoterapéuticos y si la integración va a suponer más eficacia y utilidad para abordar los problemas de las personas. El tercer capítulo gira en torno al concepto de eficacia terapéutica. Los autores justifican la necesidad de evaluación de las terapias, definen lo qué es la eficacia terapéutica, los problemas que surgen con la eficacia cuando se analiza desde dos perspectivas tan diferentes como la de investigación o la de la clínica y qué se entiende por eficiencia terapéutica.
En el capítulo cuarto, los autores contextualizan el análisis de la eficacia diferencial de las terapias psicológicas. Demuestran que es factible plantearse este objetivo. Concluyen que es posible comparar un tratamiento activo con un grupo control o comparar dos o más tratamientos junto a un grupo control y llegar a conclusiones consistentes con respecto a la eficacia, siempre que se emplee la metodología correcta. Ahora bien, existe una gran variabilidad de unos a otros trastornos, tanto en sus características psicopatológicas como en la forma de respuesta al tratamiento. Los autores exponen claramente que pretender mezclar todo y de ello sacar conclusiones puede llevar al error en un sentido o en otro. Creen que la vía correcta es comparar tratamientos específicos en problemas concretos, o lo que es lo mismo, qué terapia es eficaz en cada tipo de problema específico. En la última parte del capítulo se aborda el papel que ha jugado la Task Force sobre Promoción y Difusión de Procedimientos Psicológicos en la evaluación de la eficacia de los tratamientos para trastornos específicos y la elaboración de guías de tratamiento adecuadas a cuadros clínicos concretos basados en esa evaluación. Realmente esta forma de enfocar el tratamiento de los trastornos clínicos es "revolucionaria" y en pocos años forzará a un replanteamiento de qué utilizar en la clínica y que no.
En el capítulo quinto, los autores analizan la relación entre los tratamientos psicológicos y los tratamientos psicofarmacológicos. Se exponen los psicofármacos esenciales, las insuficiencias de los tratamientos farmacológicos, las relaciones existentes entre los tratamientos psicológicos y psicofarmacológicos y las aplicaciones clínicas de los tratamientos combinados.
En el capítulo sexto, los autores revisan la eficacia de los tratamientos psicológicos en el trastorno de pánico y en los trastornos depresivos. En el trastorno de pánico se contempla la incidencia y la prevalencia, la comorbilidad, el diagnóstico diferencial, las teorías y los modelos explicativos, el tratamiento y la eficacia de los tratamientos, partiendo de las revisiones de la literatura y de los metaanálisis existentes sobre el tema. En los trastornos depresivos se expone el curso, la prevalencia, el tratamiento, revisiones de la eficacia, el estudio del NIMH y los metaanálisis más importantes en este campo.
En el capitulo siete, se hace un análisis de la percepción de los pacientes sobre los tratamientos psicológicos. Digamos que el capítulo se estructura en torno a dos puntos. El primero, es la visión de los usuarios de la psicología clínica en Estados Unidos, tomando como referencia la famosa encuesta de la revista "Consumer reports" y, el segundo, analiza la imagen de los psicólogos en España.
El último capítulo, el octavo, los autores dan una serie de pistas sobre el desarrollo de los futuros tratamientos psicológicos. Hay una serie de cuestiones sobre las que todavía hay mucho que trabajar tales como la sistematización y clasificación de los trastornos, el diagnóstico psicológico, los tratamientos, el desarrollo de un marco teórico más completo, la búsqueda de una mayor conexión entre la investigación y la práctica clínica, cómo sacudirse la dependencia existente todavía de otros países, la necesidad de informar a la sociedad y la necesidad de sacar a la luz los fracasos terapéuticos en los manuales y en las revistas científicas para aprender de ellos.
En suma, este libro constituye un manual esencial para todo psicólogo clínico en la actualidad por los temas que en él se tratan, la relevancia de los mismos y el impacto que tienen y van a tener en los próximos años para toda la psicología clínica.