VOLUMEN: XI  NÚMERO: 31

 

 

Bellido, J.G. (2005). Motivar en el aula. El arte de hacer que hagan. Málaga: Aljibe.

Esperanza Bausela Herreras[1]

            Juan Gabriel Bellido es profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Master Universitario en Animación y Dinamización de Equipos Educativos. Posee una amplia experiencia y formación en distintas disciplinas de la psicología humanista y sus aplicaciones al  trabajo en grupo. Es un experto en motivación de grupos, colaborando como experto y asesor en múltiples acciones formativas para padres, profesores y educadores desde 1990.

El término motivación tienen su origen en la palabra latina “motus” que significa movimiento y referido al hombre, agitación del espíritu y sacudida, es por tanto, un “constructo hipotético usado para explicar el inicio, dirección, intensidad y persistencia de la conducta dirigida hacia un objetivo” (Good y Brophy, 1990[2]).

Las técnicas, dinámicas y desarrollos de estrategias están ordenados siguiendo la siguiente agrupación: (i) La desmotivación y los virus informáticos, (ii) la varita mágica de la motivación, (iii) principios básicos del profesor motivador, (iv) captando la atención, (v) motivar la participación, (vi) motivar durante la acción, (vii) el grupo motivador, (viii) la automotivación, (ix) motivar el esfuerzo, (x) guía de excelencia para profesores motivadores.

A lo largo de estos capítulos se desprenden una serie de consejos que seguidamente sintetizamos:

-          La desmotivación es a la educación lo que los virus informáticos son al mal funcionamiento de un ordenador.

-          Entre las habilidades de un profesor motivador esta estimular las iniciativas y creatividad de su alumnado, mantener la expectación sobre lo que sucederá en la clase, intentar conectar con el centro de interés del alumnado, controlar la voz y el contacto visual, dominar el espacio del aula...

-          La motivación como todos los procesos tiene y pasa por varias fases, la primera de ellas es captar la atención. Para la consecución de este objetivo será necesario detectar el estado carencia de nuestros alumnos. No se trata sólo de que el alumno exprese lo le falta sino de hacerle ver que lo que les falta por aprender y que sientan la necesidad de conocerlo, de acercarse a ello. Se trata de que se interesen por un tema, una exposición.

-          Es importante conocer y detectar el liderazgo e influencia que sobre el grupo tienen ciertas personas, para luego emplear su apoyo como estrategia para motivar y dinamizar al resto.

-          Es importante conocer ciertas dinámicas de trabajo que ayudarán a desarrollar la personalísima tarea de educar y enseñar: mesa redonda, simposio, panel, foro, debate dirigido, entrevista colectiva, seminario, Philips 6/6 y discusión.

-          Es importante al trabajar con grupos humanos desarrollar dinámicas que favorezcan la cohesión y la reflexión sobre el propio ser y hacer del grupo.

-          Además, es importante trabajar capacidades para que la persona se automotive (motivar el autodescubrimiento, hacer frente a miedos irracionales, autodominio personal, confianza, seguridad personal, imaginación, aceptación de debilidades...).

-          Desarrollar habilidades para motivar el esfuerzo. No podemos olvidar que el estudio requiere un esfuerzo vital para cualquier alumno o alumna.

-          Finalmente, se desarrollan una serie de técnicas que son imprescindibles para la excelencia como agente motivador de un grupo humano.

La presentación de todas las técnicas y dinámicas ofrece un mismo esquema: temas, agrupación, duración, material necesario e indicado para. Todas estas técnicas pretenden ser una ayuda para el educador, el cual debe adaptarlas a la particularidad, sensibilidad y singularidad de su alumnado.

La motivación es necesaria para la producción de aprendizajes significativos a largo plazo, es decir, para el dominio de una disciplina Lo que se ha aprende ha de contactar con las necesidades del sujeto, de modo que el estudiante se interese por la relación entre sus necesidades y los contenidos del aprendizaje.

Se trata de conseguir un comportamiento determinado y persistente del alumno. Se quiere, además, que tal comportamiento transcienda lo momentáneo y se proyecte en el futuro. Para ello se ha de propiciar que el estudiante controle su propia producción, logrando que el aprendzaije sea motivador por sí mismo, lo cual es muy complejo, tal y como reconoce el Catedrático de Psicología Evolutiva Manuel García Cabero.

Este manual puede ser un excelente manual para padres, maestros y educadores en el interesados en conocer técnicas y estrategias concretas; así, como para todos aquellos grupos humanos, que previo a su crecimiento personal, deban desarrollar este aspecto -la motivación- en definitiva, la fuerza que todo lo mueve.

Dra. Esperanza Bausela Herreras


 

[1] Doctora en Psicología y Ciencias de la Educación por la Universidad de León

[2] Good, T. y Brophy, J.E. (1990). Psicología educacional. México: Interamericana.

 

 

 


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