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VOLUMEN: 3 NÚMERO: 5-6

INVESTIGACIÓN SOBRE PSICOLOGIA DE LA MOTIVACIÓN EN LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS

 

Esther Barberá y Pedro M. Mateos
Universidad de Valencia(Spain) y Universidad de Salamanca (Spain)

 


 

    La coordinación de este Número Monográfico de la Revista Electrónica de Motivación y Emoción (R.E.M.E), dedicado íntegramente a analizar la investigación motivacional que se realiza, en la actualidad, en las universidades españolas, ha representado un reto personal, además de una buena práctica de trabajo en colaboración. Pero, a nuestro juicio, ha supuesto principalmente la posibilidad de contactar con profesores e investigadores y de difundir algunos de los principales temas estudiados, así como los procedimientos metodológicos habitualmente utilizados y la interpretación de los resultados obtenidos por parte de la Psicología Académica.

    Cuando, hace aproximadamente un año, los editores de la R.E.M.E, nos propusieron asumir esta responsabilidad, acordamos, tras aceptar el encargo, que lo primero que debíamos hacer era localizar a los profesores y/o grupos de investigación universitarios, y conocer su productividad. Con este propósito rastreamos en las principales bases de datos de Psicología, las publicaciones sobre temas motivacionales, especificando los centros e instituciones de trabajo y los principales aspectos abordados. Como fuente de documentación utilizamos el ISOC, una base de datos bibliográfica que recoge y analiza más de 1.600 revistas españolas relativas a las Ciencias Sociales y Humanas. La búsqueda solicitada se hizo sobre los últimos cinco años, de 1995 al 2000. No obstante, debido a que la búsqueda se realizó a principios de año, los artículos corresponden al periodo que va desde 1994 a 1999.

    El descriptor utilizado fue la palabra motivación. Somos conscientes de que una petición basada sólo en un descriptor excluye a aquellas investigaciones sobre temas relacionados con la motivación que no hayan incorporado específicamente esta palabra en su redacción. Tal puede ocurrir cuando el fuerte desarrollo en un tema particular lleva a los autores a desplazar el término ‘motivación’ por otro más específico. De este modo, han podido quedar fuera de esta búsqueda algunos trabajos sobre ‘estrés’ y ‘ansiedad’. Si bien, en bastantes casos, la investigación que no recoge entre sus descriptores el término ‘motivación’ proviene de otras áreas de conocimiento, como por ejemplo Psicología Clínica. Igualmente, pueden haber quedado fuera algunos trabajos sobre motivación y conducta animal (aprendizaje aversivo, transferencia del control de los incentivos, degradación del refuerzo, etc.), investigaciones estas que, por regla general, han estado más vinculadas, en nuestro país, al campo del condicionamiento y aprendizaje que a la Psicología de la Motivación.

    Por otro lado, nuestra búsqueda ha seleccionado algunos trabajos en los que la palabra ‘motivación’ tiene otro significado, no referido al comportamiento de los seres vivos (por ejemplo, la "motivación judicial" de una sentencia), o bien dicho término es utilizado por profesionales ajenos a la Psicología. En este último caso existe una gran variabilidad en el grado con el que las variables medidas en las investigaciones se adecuan a algún modelo teórico de la motivación. Las variables medidas son de naturaleza motivacional, pero el modelo con el que se relacionan las variables entre sí, a veces, se apoya en la literatura motivacional y, otras veces, se trata de modelos ad hoc más o menos intuitivos. Lo que resulta innegable destacar es el carácter interdisciplinar que tiene el estudio de la motivación humana.

 

1. INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA MOTIVACIONAL: ESTADO DE LA CUESTIÓN

    Pese a las anteriores limitaciones, la revisión realizada presenta una panorámica bastante fidedigna del estado actual de la Psicología de la Motivación en España, que se caracteriza, en primer lugar, por la enorme dispersión de enfoques y temáticas de estudio. Desde los sesgos motivacionales y cognitivos en el uso político del euskera (Valencia y otros, 1998), hasta las funciones no motoras del cerebelo (Mediavilla, Molina y Puerto, 1996), pasando por el comportamiento de bebida de la rata blanca (Vea, 1995), todo parece susceptible de un análisis motivacional. Así las cosas, no es de extrañar que alguien se pregunte ‘por qué preguntar por qué’ (Call, 1995).

    Junto a la dispersión temática, la revisión bibliográfica realizada muestra, con toda claridad, el predominio de la investigación aplicada sobre la investigación básica. Son varios los posibles argumentos explicativos sobre la mayor incidencia de la investigación aplicada. Por un lado, hay que referirse al hecho de que la motivación es uno de los procesos básicos directamente vinculados a la conducta. Esta vinculación se establece al margen de que el marco teórico adoptado sea conductual o cognitivo. Tradicionalmente, desde un enfoque predictivo, el interés por analizar la motivación responde a la pregunta acerca del por qué de la conducta. Cuando se trata de seres humanos pueden ser conductas muy ‘significativas’ en la vida de las personas. Sin embargo, cuando se adopta un enfoque cognitivo, la presencia o no de motivación se infiere de la interacción entre estructuras cognitivas y conducta. A la motivación se le asigna, por tanto, un papel relevante en la relación entre representación mental del mundo y reacción comportamental (Reeve, 1994).

    Del enfoque cognitivo se deriva otra consecuencia, que va más allá de la distinción entre investigación básica y aplicada, como es la inclinación que puede sentir el investigador en motivación por los análisis molares de la conducta sobre los moleculares; o, dicho de otra forma, por el estudio de las variables distales frente a las variables proximales. En tales análisis, hay una tendencia a medir la asociación entre las representaciones mentales y la conducta a través del análisis de regresión y sus derivados, en lugar de medir el grado de influencia de dichas representaciones sobre la conducta a través del análisis de varianza. Se opta, con frecuencia, por la medición sobre la manipulación de los constructos cognitivos.

    Por otro lado, a pesar de la fascinación popular que ‘lo motivacional’ despierta, sólo recientemente, con la implantación de los actuales planes de estudio, ha adquirido la asignatura de ‘Psicología de la Motivación y la Emoción’ el carácter de material troncal, siendo obligatoria, por tanto, en todas las Facultades de Psicología de las Universidades españolas. Este hecho sin duda contribuirá al desarrollo de la investigación básica en motivación. Pero probablemente es aún pronto para recoger los frutos. Así pues, en estos momentos, todavía existen pocos grupos de trabajo sólidamente establecidos que se ocupen de investigar estos procesos psicológicos, sobre todo desde la perspectiva de la investigación básica. La mayoría de investigaciones que analizan la motivación lo hacen como un componente más a tomar en consideración respecto de posibles aplicaciones terapéuticas, educativas, laborales o deportivas.

    Es probable, además, que la motivación atraiga menos la atención de los psicólogos experimentales que la emoción. Puede que la investigación experimental encuentre más oportunidades de realización en el campo emocional. Entre las líneas de investigación experimental más activas hay que citar la investigación sobre emoción y cognición, que ha alcanzado un fuerte desarrollo metodológico y de procedimientos de laboratorio (véase, a este respecto, la amplia y reciente revisión sobre ansiedad y cognición de Gutiérrez Calvo y García González, 2000), y que cuenta, además, con sus propios canales de comunicación entre los investigadores como es la revista Cognition and Emotion; igual podemos decir de los enfoques fisiológicos en el estudio de las emociones que gozan de una larga tradición experimental, nunca interrumpida.

    La revisión temática ha aportado finalmente un total de 251 referencias. Una vez descartadas 31, por no ser relevantes para la investigación psicológica, las 220 restantes se han agrupado en las siguientes categorías: 1) Investigación básica en motivación; 2) motivación académica; 3) motivación en el trabajo; 4) motivación en el deporte; 5) el resto de los trabajos. En esta última categoría predomina el enfoque de la Psicología Social sobre temas diversos, con especial referencia a la motivación implicada en el voluntariado (Chacón y Vecina, 1999; Chacón y otros, 1997; Riera, 1995).

    Las referencias de investigación básica apenas llegan al diez por ciento del total. Gran parte de ellas son análisis teóricos o históricos de la motivación, en general, o de algún concepto motivacional, en particular. Con respecto a los trabajos empíricos, destacan dos bloques temáticos, referidos a ‘la indefensión aprendida’ (Ramírez y otros, 1994; Yela, 1996; Yela y otros, 1996; y a ‘las atribuciones causales’ (Manassero y Vázquez, 1995a y b). Además, por experiencia y conocimiento propio, se sabe de la existencia de algunos profesores, entre los cuales nos incluimos, que desde hace ya algún tiempo hemos manifestado nuestro interés profesional por estos temas y venimos presentando resultados y reflexiones derivadas de investigación motivacional básica en diversos foros de debate académico, congresos nacionales e internacionales, symposia, etc. De hecho, hace poco más de un año un pequeño grupo tomamos la iniciativa de crear una Asociación de Motivación y Emoción (AME), guiados por el propósito compartido de establecer un espacio de reflexión y debate dentro del entorno universitario de nuestro país. La asociación se presentó en Valencia, durante el mes de junio del año 2000, con ocasión de la celebración del XIII Symposium de Historia de la Psicología organizado por la SEHP. El pasado mes de septiembre, durante el Congreso Hispano-Portugués de Psicología celebrado en Santiago de Compostela, la AME quedó incluida en la Federación de Asociaciones de Psicología.

    En investigación aplicada, predominan los estudios sobre motivación académica y sobre motivación en el trabajo. Si bien, en ambos casos, hay bastantes estudios realizados por profesionales ajenos a la Psicología. En el primer caso por educadores y profesores adscritos a las Facultades de Educación. En el segundo caso, por profesionales del ámbito de la Empresa, la Sociología y la Economía.

    La investigación psicológica en motivación académica se ha interesado fundamentalmente por analizar la relación entre motivación y rendimiento. A veces se trata de estudios predictivos que intentan conocer la contribución diferencial de un conjunto de variables de personalidad al rendimiento académico. En estos casos la motivación es tratada como otra variable más de personalidad (por ejemplo, García y Fumero, 1998). En otros casos, el análisis motivacional se dirige a los procesos. Desde esta perspectiva, hay un número importante de estudios que giran en torno al concepto de metas académicas (por ejemplo, González-Cabanach y otros, 1999).

    El centro de atención de la investigación psicológica en motivación laboral, de acuerdo con las revisiones teóricas de Bravo, Peiró y Rodríguez (1996), Kleinbeck y otros (1990), Mullins (1999) y Salanova, Hontangas y Peiró (1996), gira en torno a temas, tales como el papel de los motivadores extrínsecos e intrínsecos; el análisis de conceptos motivacionales, basados en el contenido o en los procesos; la relación entre satisfacción laboral y rendimiento y el papel de la motivación en tal relación (Fernández y Ovejero, 1994; Fortea, Fuertes y Agost, 1994; de Quijano y Navarro, 1998; Reoyo, 1998). Sobre temáticas similares, referidas al análisis sociológico de la relación entre motivación y satisfacción laboral (Pérez-Rubio, 1997) o al estudio de gestión empresarial encaminado a cambiar un ambiente controlador por otro que inspire confianza y responsabilidad en el trabajador (Blanchard, Carlos y Randolph, 1997), se han realizado trabajos desde departamentos universitarios de Gestión u Organización de Empresas, de Economía o de Sociología, siendo la revista Capital Humano el principal órgano de difusión de resultados.

 

2. TEMAS SELECCIONADOS: DESCRIPCIÓN DE CONTENIDOS

    La revisión temática realizada tras la búsqueda bibliográfica, complementada con el propio conocimiento, han sido los criterios de base para establecer una primera elección de personas y grupos a los que se les ha propuesto colaborar en este número. Para la selección de colaboraciones se han utilizado los criterios académicos al uso, basados en el rigor metodológico y la calidad e interés de las aportaciones. La selección definitiva incluye una revisión teórica general y cuatro artículos de investigación motivacional, de carácter experimental y/o aplicado. La revisión teórica la ha realizado el profesor Isaac Garrido y versa sobre los mecanismos psicológicos de regulación de la acción. Hay un trabajo experimental de investigación básica, presentado por los profesores José Ramón Yela, M. Angeles Gómez y Alfonso Salgado, sobre validación del constructo de ‘indefensión aprendida’ en ratas; y otro, de carácter empírico, realizado por M. Antonia Manassero y Angel Vázquez, cuy objeto es validar un instrumento para medir la ‘motivación de logro’. Los dos artículos restantes aplican específicamente algunos conceptos motivacionales al conocimiento de dos ámbitos con gran impacto social en la investigación psicológica actual, como son el educativo y el del deporte. El primero, escrito por los profesores Elena Gámez y Hipólito Marrero, es un estudio piloto sobre metas y motivos en la elección de los estudios de Psicología. El segundo, firmado por el profesor Enrique Cantón, es una reflexión sobre el papel que la motivación y las emociones representan en el análisis psicológico de las actividades físicas y deportivas.

    Una característica comúnmente compartida por todos estos trabajos es la elección de lo que se podría denominar un ‘marco cognitivo de referencia’. Lo que concuerda con el dominio del cognitivismo en la Psicología académica, al menos en lo que hace referencia a la interpretación de los procesos motivacionales. A pesar de la diversidad temática planteada (deporte, educación), del enfoque teórico o aplicado de los artículos e, incluso, de los procedimientos metodológicos empleados (laboratorio, cuestionarios de autoinforme), todos los autores asumen, de manera explícita o implícita, una interpretación psicológica que prioriza los componentes racionales de la motivación humana. Este predominio se evidencia tanto en los conceptos motivacionales planteados (‘expectativas’, ‘atribuciones causales’, ‘disonancia cognitiva’, ‘autocompetencia’) como en el interés específico, de casi todos ellos, por analizar los motivos que activan comportamientos voluntarios y conductas planificadas y dirigidas a la consecución de metas.

    La revisión teórica que plantea el profesor Isaac Garrido de la Universidad Complutense de Madrid, bajo el título ‘La motivación: mecanismos de regulación de la acción’, representa un buen ejemplo del interés por las explicaciones cognitivistas acerca de los motivos que rigen la actividad psicológica humana. Tras introducir la confrontación entre posturas dualistas en la explicación del comportamiento (determinismo versus libre albedrío; mecanicismo versus anticipación de metas; hombre máquina versus sujeto como sistema auto-regulador), el análisis se centra en la representación del ser humano como un sistema complejo, con capacidad para controlar gran parte de sus acciones. Se dedica una especial atención a los procesos de retroacción negativa (feedback) y de proacción anticipatoria (feed-forward), en tanto representan los dos mecanismos básicos de funcionamiento y mantenimiento de los patrones de organización del sistema. Las explicaciones psicológicas homeostáticas y, en particular, las teorías de la consistencia cognitiva, por un lado, y, por otro, las teorías basadas en los conceptos de expectativa-valencia representan ejemplos ilustrativos de utilización de mecanismos retroactivos y proactivos respectivamente. La mayor diferencia en el funcionamiento general de ambos mecanismos se localiza en el reconocimiento del poder regulador de ‘la anticipación’ y ‘la predicción’ sobre el comportamiento, lo que reaviva la polémica pregunta de cómo el futuro puede ejercer influencia sobre el momento presente. La fuerza motivacional de la representación cognitiva (expectativas, anticipación de meta, etc) ha quedado reforzada por la investigación neurofisiológica al localizar estructuras cerebrales que mediatizan los procesos de anticipación y predicción.

    El único trabajo que aplica la investigación experimental clásica de laboratorio, realizado por los profesores José Ramón Yela, M. Angeles Gómez y Alfonso Salgado de la Universidad Pontificia de Salamanca, con el título de Indefensión aprendida: efectos de la predecibilidad de un estresor crónico, recurre a dimensiones causales de la conducta, tales como la controlabilidad y predecibilidad, para explicar los déficits motivacionales y emocionales observados en la conducta de las ratas. En particular, la investigación se plantea evaluar el modelo de indefensión aprendida, propuesto por Overmier en 1985, y analizar los resultados cuando se aplica un estresor crónico en lugar de uno agudo. Las variables independientes básicamente utilizadas consisten en una serie de choques eléctricos que se administran repetidamente a las ratas. La manipulación de los choques varía en duración (breve-prolongada), en controlabilidad (posibilidad o no de escape) y en la dimensión de predecibilidad (presencia/ausencia de un sonido antes del choque). Por lo que respecta a las variables dependientes, éstas se operativizan desde la latencia de respuesta y los intentos de escape como medidas de déficits motivacionales; a partir de las pérdidas de peso de las ratas como medida del déficit emocional y a través del número de respuestas no contingentes en tanto medida de los déficits asociativos. Los resultados experimentales confirman parcialmente las hipótesis sostenidas por el modelo de Overmier, de acuerdo con las cuales la dimensión de incontrolabilidad influye fundamentalmente sobre la aparición de déficits motivacionales y emocionales, mientras que la impredecibilidad afecta, sobre todo, a los déficits asociativos y emocionales. Merece destacar como aportación original de este trabajo el distinto papel desempeñado por el factor de predecibilidad en función de la duración del estresor. La idea generalmente sostenida de que, cuando un estresor se puede predecir ello contribuye a reducir el nivel de ansiedad de los sujetos, sólo se produce cuando el estresor es agudo. Por el contrario, si éste se aplica durante un tiempo prolongado (estresor crónico) la función reductora de la ansiedad, característica de la predecibilidad, desaparece, de manera que dicho componente, que en situación de incontrolabilidad breve actúa como reductor del miedo, adquiere en fases prolongadas un valor aversivo, que se traduce en ansiedad intensa.

    De nuevo, el enfoque motivacional basado en dimensiones causales (locus de control, predecibilidad, estabilidad), tal y como lo plantean las teorías de la atribución, representa el marco teórico del que parte el trabajo titulado Motivación causal y motivación académica: un análisis empírico de dos escalas de motivación, realizado por M. Antonia Manassero y Angel Vázquez de la Universitat de les Illes Balears. Pero, en este caso, tanto el propósito final (introducir mejoras en el proceso educativo) como los objetivos y procedimientos metodológicos son radicalmente distintos a los del trabajo anterior. En esta ocasión, el objeto de la investigación es someter a validación empírica la Escala Atribucional de Motivación de Logro (EAML) y analizar su capacidad predictiva respecto del rendimiento escolar. Éste se evalúa a partir de las calificaciones obtenidas en la asignatura de matemáticas, complementada con la evaluación de la motivación de los alumnos por parte del profesorado de dicha asignatura. Los criterios de validación y capacidad predictiva de esta escala se analizan comparativamente con los resultados obtenidos en otra escala de motivación académica, también de reciente desarrollo, conocida como Escala de Motivación Académica (EMA), pero fundamentada en un enfoque motivacional no atribucional. La interpretación de los resultados obtenidos tras la aplicación de la escala EAML concluye que las atribuciones causales de los éxitos y fracasos escolares representan el eje central de la motivación de logro. De los resultados se derivan consecuencias inmediatas para la práctica educativa, como por ejemplo el reconocimiento del papel motivacional de los exámenes y, por tanto, la conveniencia de priorizar el sistema de evaluación en el proceso global de escolarización. También se ratifica la importancia del manejo educativo de los procesos de atribución causal como forma de paliar el fracaso escolar, problema este que se presenta en la actualidad como un fenómeno social bastante generalizado.

    El interés por analizar el constructo ‘motivación de logro’ está, también, presente en el trabajo titulado Metas y motivos en la elección de la carrera de Psicología’, realizado por los profesores Elena Gámez y Hipólito Marrero de la Universidad de La Laguna. Aquí, el motivo de logro, junto con el de poder, prestigio o afiliación, se analizan como componentes parciales explicativos del comportamiento voluntario dirigido a la consecución de metas. El propósito concreto de este trabajo empírico es conocer cuáles son las principales motivaciones que llevan a los actuales estudiantes de las universidades españolas a elegir los estudios de Psicología. De manera complementaria, se plantea un análisis comparativo entre las motivaciones dominantes de las mujeres y de los varones. El estudio asume, como criterio de partida, la vinculación existente entre los conceptos de ‘motivación escolar’, ‘metas académicas planteadas’ y ‘rendimiento en el aula’. Por tanto, se plantea nuevamente una interpretación cognitiva de la motivación, en la que priman la planificación y jerarquización de tipos diferenciados de metas. En el ámbito educativo, una de las clasificaciones más utilizada es la que distingue entre metas de aprendizaje y metas de rendimiento, estando cada una de ellas estrechamente vinculadas con los conceptos de motivación intrínseca y motivación extrínseca, respectivamente. A su vez, dentro de las metas de rendimiento cabe hablar de una tendencia motivacional dirigida a obtener buenos rendimientos para conseguir la aprobación social (meta de refuerzo social), y otra referida específicamente a las calificaciones escolares (meta de logro). Los resultados de la muestra estudiantil se interpretan en términos de preferencia por las metas de rendimiento, ya sea de refuerzo social o de logro, antes que por las de aprendizaje, tanto entre los varones como entre las mujeres.

    Por último, la reflexión titulada Motivación en la actividad física y deportiva’ del profesor Enrique Cantón de la Universitat de València, además de reconocer explícitamente el predominio de las explicaciones cognitivas, apunta una clara tendencia a ofrecer modelos interactivos, en los que se intenta vincular la multiplicidad de factores psicológicos intervinientes, así como representar las estrechas relaciones entre las emociones y las motivaciones humanas que inciden en el deporte y en las actividades físicas en general. El artículo enumera una serie de factores que determinan la prioridad que ‘lo motivacional’ ejerce en el ámbito del deporte. De entre ellos, algunos derivan de rasgos intrínsecamente deportivos, como por ejemplo, el carácter habitualmente voluntario e, incluso, lúdico del ejercicio físico o la relación tan visible entre esfuerzo y resultados obtenidos. Otros factores hacen referencia a la creciente profesionalización de la práctica deportiva, así como a la progresiva importancia que se le asigna en la formación integral de las personas. Se plantea una revisión sobre los temas de interés preferente para la investigación. El mayor volumen de trabajos, de índole teórica y aplicada, se produce en relación con el rendimiento obtenido en los deportes de alta competición, tanto individual como por equipos, y en relación con el deporte infantil y juvenil. Como temáticas novedosas, destaca el estudio de las diferencias sexuales y transculturales, por un lado, y, por otro, las ventajas derivadas de la práctica deportiva respecto de salud, bienestar e inserción social. Por último, el artículo ofrece una síntesis de la diversidad de motivos (placer, diversión, salud, excelencia en el logro, competencia, auto-eficacia) y emociones (miedo al fracaso, satisfacción, ansiedad, estrés) que se pueden localizar en la base de cualquier práctica deportiva. Aunque se carece de un modelo motivacional/emocional integrador, cabe registrar una tendencia evolutiva hacia enfoques procesuales interactivos.

 

3. REFLEXIÓN FINAL

    En los cinco artículos se parte, además, del análisis de modelos explicativos discretos, parciales, que se plantean representar una porción de la actividad humana; utilizando la terminología de Lakatos, modelos que se enfocan como ‘programas de investigación’, tal y como menciona el profesor E. Cantón en su propio trabajo. El avance de la Psicología Motivacional se explicita, entre otras cosas, en la mayor prudencia interpretativa consiguiente al reconocimiento de la complejidad característica del comportamiento humano y en la multiplicidad de factores interactivos que lo posibilitan. La Psicología académica actual está lejos ya de las antiguas pretensiones universalistas, caracterizadas por intentar explicar la totalidad de la conducta a partir de conceptos motivacionales exclusivistas, tales como ‘la voluntad’, ‘el instinto’, ‘el impulso’, ‘el incentivo’ o ‘la pulsión’. Tampoco se piensa ingenuamente que la motivación lo explica todo y que si se conocen las bases motivacionales de la conducta, esto permitirá desvelar los secretos de la actividad psicológica en su totalidad. Se reconoce, por el contrario, que la mayor parte de actividades humanas son tan complejas, sus motivaciones tan diversas y tan plurales los factores que en ellas intervienen, que resulta muy difícil aglutinar en un único paradigma explicativo toda esta complejidad.

    Por último, otra característica compartida por los trabajos que aquí se presentan es lo que podríamos denominar la concepción relacional de la motivación (Barberá, 2000), de acuerdo con la cual el centro de atención no son los componentes motivacionales internos, personales, ni tampoco los factores ambientales y de influencia social, sino las relaciones interactivas que, de forma continua, se producen entre las personas y el universo subjetivo que se construye socialmente.

    La investigación psicológica actual se caracteriza por haber conseguido estos avances (miniteorías y concepción relacional de las ciencias). Los trabajos aquí seleccionados representan un buen exponente en este sentido. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que la investigación nos permita conocer, al menos parcialmente, cuáles son los criterios que parecen regir el aparente caos comportamental humano. A menudo, el sentido común nos dice que muchas decisiones importantes, que cotidianamente asumimos, obedecen a razones aparentemente azarosas y no premeditadas. Intentar modelar las hipotéticas interacciones que parecen discurrir, sin solución de continuidad, entre los procesos de representación cognitiva, las actividades emocionales moduladoras y los desencadenantes motivacionales representa un reto crucial para la investigación futura.

 

 


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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